Las piedras han jugado un papel importante en los aspectos espirituales y ornamentales de las sociedades a lo largo de la historia. Esto se debe a las cualidades energéticas que se les atribuyen, además de su calidad estética. Y no es de extrañar, muchas culturas consideran que las piedras son fuente de frecuencias vibratorias que ayudan a alterar la energía del entorno a su favor.
Dependiendo de las propiedades que tengan, se dice que las piedras pueden ayudar a mejorar las energías de una reunión social o aumentar el flujo creativo, pues dependiendo de la que uses, o dónde la coloques, obtendrás beneficios diferentes. En este artículo hablaremos sobre las propiedades ornamentales y energéticas de la turquesa.
¿Qué es la Turquesa?
La turquesa es un mineral del grupo de los fosfatos, compuesto de aluminio y cobre, que tiene un color verde azulado. Se trata de un mineral relativamente difícil de encontrar que, cuando se forma compacta y de buena calidad, se la aprecia como piedra preciosa desde hace miles de años por su característico color.
Se trata de un mineral de formación secundaria encontrado, principalmente, en regiones desérticas. Es una de las primeras gemas en comenzar a explotarse y, aunque muchos sitios históricos han agotado sus reservas, algunos han continuado en funcionamiento hasta la actualidad. La mayoría son extracciones, se hacen a mano y con escasa o ninguna mecanización.
Hoy en día, los lugares que tienen yacimientos de turquesa conocidos son: Irán, España, Estados Unidos, la península del Sinaí.
Propiedades de esta piedra
Se la conoce como la piedra preciosa de la felicidad y la fortuna, porque desde la antigüedad a la turquesa se le atribuyen una serie de propiedades. Es considerada una piedra con propiedades curativas, eficaz para promover el bienestar del cuerpo y alma. También se dice que protege, así que a lo largo de su historia se la ha visto como un amuleto.
Se cree que podría fomentar la sintonía con el espíritu y que por ello ayuda a mejorar la comunicación del mismo con el mundo físico. Asimismo, es creído que puede agudizar la intuición y que, en teoría, ayuda a liberar inhibiciones y prohibiciones. Hay quienes dicen, además, que podría disipar las energías negativas, potenciando las energías positivas.
Beneficios emocionales
A la turquesa también se la vincula con propiedades del lado psicológico, por lo que se piensa que fortalece mentalmente a las personas. Supuestamente, ayuda a mantenerse alerta con el entorno, a la vez que estabiliza las alteraciones del ánimo y proporciona calma, reduciendo los efectos de la depresión, la ansiedad y el estrés.
Por otro lado, hay quienes tienen la creencia de que la turquesa puede cambiar de color dependiendo del estado de ánimo de quien la porta. Además de asociarse con la reducción de crisis nerviosas.
¿Cómo saber si se trata de una turquesa real?
Saber con seguridad si las piedras que adquieres son verdaderas puede parecer o de hecho ser complicado. Sin embargo, para el caso de las turquesas hay un truco que podrá sacarte de cualquier duda. Se trata del alcohol.
Las personas que se dedican a falsificar piedras, gemas y minerales, suelen optar por teñirlas para hacer que parezcan reales. Pero, si pasas alcohol por encima de la piedra y esta es falsa, notarás cómo se va destiñendo y no te quedarán dudas. Las turquesas auténticas no cambian de color si las sometes a una prueba de alcohol o acetona así que ningún vendedor debería tener problema con que hagas la prueba a menos que venda piedras falsas.
Además, existe otro factor que es bueno tomar en cuenta para saber si la turquesa es auténtica o no, y ese es su valor. Mientras más grande sea la piedra, más valor se le atribuye de manera exponencial. Es decir que su valor debería doblarse o triplicarse de acuerdo a su peso.
Diferencia entre turquesa y turquenita
Uno de los engaños más comunes cuando se venden turquesas falsas es entregar una turquenita en lugar de una turquesa.
La turquenita es el resultado de teñir un mineral llamado howlita. Se trata de un mineral de color blanco que presenta las mismas trazas negras que la turquesa, haciendo fácil que se confunda. El proceso consiste en teñirla de color azul, dejando a la vista estas líneas negras, tan similares a las de una turquesa africana o canadiense.
Cómo se determina el valor de una turquesa
Se trata de una de las piedras preciosas más económicas comparada con el precio que pueden alcanzar algunas esmeraldas, rubíes o zafiros. Por lo tanto podemos adquirir unos pendientes desde aproximadamente unos 24 $.
El precio de la turquesa, sin embargo, puede depender de varios factores. Como es el caso para cualquier piedra preciosa, el peso de la piedra que se va a comprar es el primer factor determinante de su precio. Los quilates son una unidad que existe para medir el peso de los materiales preciosos y, por lo tanto, mientras más pesa es más cara.
Las turquesas son piedras que suelen ser opacas, pero también las hay con cierta transparencia. A mayor nivel de transparencia, más rara es y mayor será su precio.
La talla que tenga la pieza también puede contribuir a su precio, porque supone una mano de obra y, dependiendo de la cualificación del profesional que la talla y del tiempo que le dedique el valor de la pieza en la que vaya incrustada la turquesa subirá.
La turquesa ha sido muy apreciada y en consecuencia valorada desde hace miles de años, porque a este material se le atribuyen las propiedades milagrosas para la salud y buena suerte (de las que hablamos anteriormente) a aquel que las tuviera.
Si quieres saber más sobre la piedra turquesa y sus tipos, puedes revisar nuestro artículo Tipos de piedra turquesa para más información.